viernes, 5 de abril de 2013

El Diario de Lilly: Cómo acabar en el aula de castigo por un ataque artístico

                                                                                                                           1 de Septiembre del 2013
Querido Diario:
Hoy por fin he empezado el curso nuevo en la nueva escuela. Por supuesto que echaré de menos el verano, pero no podía esperar ni un minuto más para saber qué me depararía el futuro... Oh, qué despistada soy, debería haberme presentado, me llamo Lilly Keren y tengo 16 años. Soy una estudiante como otra cualquiera, mi vida la verdad es que no es lo que se dice "una película de acción", pero he de decir que suelo conformarme con lo que tengo. Pero siempre he querido algo de emoción, tener algo que contar... y hoy, por fin, ha llegado el día... MI DÍA. 

Empezar un curso nuevo siempre es emocionante... y más si es en un nuevo instituto. Al acabar el curso anterior, el director nos reunió a todos los alumnos y los profesores en el salón de actos para anunciarnos que había graves problemas financieros y que por consiguiente, se veía en la obligación de cerrar el instituto.
Todos nos quedamos sin habla... aquel instituto se había convertido en nuestro segundo hogar, nunca he tenido profesores como los que allí tuve... porque no se limitaban solo a enseñarnos, sino que también se preocupaban por nosotros, podíamos contar con ellos siempre... en fin...unos cuantos alumnos y yo nos encadenamos en la puerta del instituto el día que iban a derribarlo, pero no conseguimos parar las máquinas... Lo peor de todo fue que tuve que separarme de mis amigos... cada uno ha sido matriculado en un colegio diferente por ciertas circunstancias, y ya solo hablamos por Skype de vez en cuando. 

Hoy empezó un nuevo comienzo, valga la redundancia, pues ha sido el primer día del año escolar 2013-2014, y por tanto, mi primer día en 10º Grado (o Sophomore, como le suelen llamar). Me relajé bastante al ver que no era la única alumna nueva allí... había mucha gente de mi antiguo instituto (aunque desgraciadamente nadie lo suficientemente cercano como para considerarlo "amigo"). En las puertas del Saint Phillip's Highschool estábamos reunidos todos los alumnos de mi edad, esperando a que abriesen las puertas para ir a mirar las listas de las clases. Todo el mundo estaba nervioso, yo la primera, he de reconocerlo. Por fin abrieron las puertas y todos entramos en tropel y nos agolpamos frente a las listas.
Yo estaba en la clase A. Le pregunté a unas chicas mayores dónde estaba esa clase y no sólo me lo dijeron, sino que me acompañaron para que no me perdiese, ¡qué amable es la gente allí! Me sentí como si estuviese en mi antigua escuela otra vez... 
El tutor era... digamos como una especie de entrenador de educación física musculitos, dopado hasta las orejas... esos músculos no son normales, ¡hasta da grima mirarlos!. En medio de la clase, al chico que se sienta detrás de mí, se le cayó el borrador y fue a parar debajo de mi mesa. Yo hice uno de esos movimientos imposibles que hacemos todos para alcanzar algo sin levantarnos, y lo cogí... cuando me di la vuelta.
- Toma se te ha caído el bo...rrador...- tartamudeé al ver que detrás de mí, estaba sentado el chico más guapo que haya visto en mi vida: con el pelo rizado y revuelto de color negro, y unos pedazo de ojazos azul cielo que me dejaron fuera de combate. Su sonrisa me paralizó.
- Gracias...- me dijo. 
Nuestras pieles se rozaron un segundo cuando le di el borrador... *suspiro* El chico en cuestión se llama William Mcguill. Lo único que sé de él es que le gusta hacer skate (lo sé porque tenía una tabla de skate debajo de la mesa tuneada con nombres de grupos de rock.

El primer día de clase siempre se dedica a los clubs. Cada alumno está en uno o en más clubs, depende de sus gustos y del tiempo libre que tenga. Yo me apunté al club de arte y al equipo de fútbol femenino (siempre me ha encantado este deporte). Cuando crucé la puerta del aula de arte, mi vida cambió por completo... Tres chavales, dos chicos y una chica, estaban llevando a cabo una verdadera batalla campal a base de témperas, papel maché y toda clase de material para manualidades. Lo estaban poniendo todo perdido. Me quedé quieta, sin saber qué hacer. Miré el papel que me dieron en secretaría con los nombres y ubicaciones de los clubs... debía de haberme equivocado y haberme metido en el aula de castigo, donde envían a todos los delincuentes juveniles... Pero no, aquel era el club de arte, muy a mi pesar. De repente, la puerta del armario del material se abrió y descubrí que dentro estaba escondida una muchacha que parecía asustada.
- ¡Tú debes de ser la nueva! Será mejor que vengas aquí y te escondas si no quieres acabar envuelta en la pelea de artistas, aún queda sitio para alguien más...- me asomé y vi que dentro del armario estaban escondidas seis personas más.
- ¿Pero qué está pasando? ¿Por qué están...?- no pude terminar la frase, porque un enorme pegote de témpera verde impactó contra mi top violeta.
Los tres pararon. No es que yo sea una pija caprichosa, pero aquel era mi top favorito, y aquello me puso tan furiosa, que sin pensarlo, cogí un bote de pintura y se lo lancé a los otros. Y la pelea artística continuó.

Y claro, pasó lo que tenía que pasar... el director entró y nos pilló con las manos en la masa, bueno mejor dicho, en la pintura. La cara del director Harlett fue un poema, se parece a Benjamin Franklin con exceso de electricidad en el pelo.
- ¡¡¿SE PUEDE SABER QUÉ ESTÁIS HACIENDO, ENERGÚMENOS?!!- gritó.
- ¡Yo no tengo la culpa, director! ¡Erik empezó a hacer el idiota con los aerosoles de colores y manchó mi obra maestra! ¡Mire, mire!- dijo la chica levantando un extraño cuadro abstracto. - ¡Llevaba trabajando en él desde el curso pasado y lo ha estropeado!- 
- ¡No me importa quién haya empezado! ¡Tenéis al resto del club asustado en el armario!- siguió, abriendo la puerta y dejando que salieran corriendo de allí.- ¡Y mirad este desorden! No se me ocurre una sanción lo suficientemente fuerte para esto... ¿y tú, no eres Lilly Keren, una de las nuevas alumnas que vienen de Brooklyn High?.- dijo mirándome.
- Sí, señor...- respondí, nerviosa...
- ¿Y por qué has entrado en las continuas peleas de estos artistas pirados?.- preguntó.
Simplemente estiré mi top para que viera la enorme y fea mancha verde moco.
- Ya veo, aún así no hay ninguna razón para armar semejante escándalo, se os oía desde dirección... Como sanción, os quedaréis todos una hora más en el aula de castigo durante una semana, ¡y hoy limpiaréis todo este desorden!.- dijo saliendo.
- ¡Genial! Mi primer día aquí, y ya estoy castigada... muchas gracias...- dije yo, recogiendo los botes de purpurina y los papeles.
Los tres me miraron en silencio y también empezaron a limpiar...
¡Bien empezamos! Es verdad que yo quería algo de emoción en mi vida, ¡pero no me refería a esto! :(

2 comentarios:

  1. Muy bueno el primer capitulo que he leido. Espero que los demas sean asi de intensos y tengan muchas aventuras para que los suenos de Lilly de tener una vida emocionante se cumplan.

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  2. Jeje te metiste en la historia entonces genial! Muchas gracias x comentar, no te arrepentirás de leer estas historietas xD besos virtuales!

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